Este
día fue creado por la Organización Mundial de la Salud, en 1991 como medio para aumentar la
concienciación global sobre la diabetes. Es una oportunidad perfecta para
dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y
tratamiento de esta grave afección, que se encuentra en constante aumento en
todo el mundo.
Hoy he querido hablar del tema desde la perspectiva
del familiar de un paciente diabético. Mi padre es diabético tipo 2 desde hace
algunos años, y la verdad es que para él fue un cambio radical en su vida.
Con mi papa!
Fue
un shock recibir ese diagnostico y pensar que su vida ya no sería la misma.
Costo varios años para que asumiera y tomara el control de su enfermedad, y no
se sintiera victima de ella. Para mí, como nutricionista, ha sido un desafío de
educación nutricional constante. Y claro, el reto de que no se sintiera como
invasivo ni impositivo, las sugerencias que le daba. Nada fácil.
¿Qué cosas hice que siento que dieron
resultado? Primero, involucrarme más en su salud. Esto fue algo importante. Lo
he acompañado a algunas de sus consultas endocrinológicas, apoyándolo y
haciendo seguimiento de sus citas y controles. Así, cuando le daba alguna
sugerencia, no lo veía como que me metía en su vida, sino que realmente
manifestaba interés personal. Además, siempre procure que mis recomendaciones
fueran muy discretas, nunca regañando sino con amor. Trate de involucrarlo en
actividades locales sobre diabetes, como el Club de Diabetes de una clínica
privada local. Así conoció a otras personas que luchaban con la enfermedad y
escucho consejos de especialistas en la materia.
Ahora me siento orgullosa de él. Ya hace
tiempo es un diabético controlado. Va a sus controles endocrinológicos sin
falta cada 6 meses. Tiene su glucómetro y el mismo monitorea su glicemia periódicamente.
Y ha encontrado un equilibrio entre alimentarse sanamente (mi madre ha sido una
gran ayuda a este respecto) y darse un gusto de vez en cuando.
Quise compartir esto, porque detrás de cada día
de lucha contra X o Y, están las personas que luchan contra la enfermedad y sus
familias, que de alguna u otra forma sufren las consecuencias físicas,
emocionales y hasta sociales de la enfermedad. Su impacto es a tantos
niveles... Pero con información, paciencia y persistencia es posible luchar
contra estas enfermedades, y tener la mejor calidad de vida posible dentro de
sus circunstancias.
Fuente: http://www.fundaciondiabetes.org/diamundial/328/que-es-el-dia-mundial-de-la-diabetes